Sofás de colores de Bontempi
Centro absoluto de cualquier salón, el sofá es un accesorio de decoración que puede cambiar por completo la percepción de un ambiente, dándole personalidad, carácter y singularidad a la habitación. Esto lo convierte, por tanto, en una elección importante que necesariamente debe cumplir y satisfacer tanto los requisitos prácticos, como la comodidad y practicidad, como los factores puramente estéticos. Aunque hay veces que podamos sentir un flechazo con un sofá y quererlo por encima de todo, esto nos puede jugar algunas malas pasadas, porque siempre hay que tener en cuenta características como el color y la zona que estamos amueblando.
Se puede optar, por ejemplo, por amueblar una casa desde cero y comenzar un nuevo proyecto de decoración del hogar a partir del sofá, convirtiéndolo en la pieza central y el punto de partida para inspirar toda la zona de estar, o se puede insertar un sofá en el mobiliario existente, avanzando así hacia una elección más eficaz desde el punto de vista de la coherencia cromática y estilística.
Teniendo muy en cuenta todas estas premisas, la colección de sofás Bontempi Casa, compuesta por cinco modelos con sus accesorios y un sillón, pretende satisfacer incluso las necesidades más particulares, gracias a una amplia variedad de estilos, tonos y colores.
Os dejamos aquí tres preguntas cruciales que hay que hacerse a la hora de escoger sofá:
¿Qué tamaño tiene el salón?
El tamaño del salón nos dice mucho sobre las características de nuestros futuros muebles. Un salón grande puede acoger fácilmente sofás de colores vivos, dando una personalidad única a todo el espacio; en cambio, si el salón es pequeño, es preferible elegir colores claros para dar profundidad al ambiente sin correr el riesgo de reducir más el tamaño.
¿Tiene la sala suficiente luz?
Uno de los consejos más importantes para elegir el color perfecto es tener en cuenta la cantidad de luz natural de la habitación. Por ejemplo, si las ventanas son muy grandes y permiten mucha luz, un tono más oscuro puede ser atrevido; si la fuente de luz es limitada, es mejor optar por un color más claro para reflejar la luz existente y dar profundidad al ambiente.
¿Cuál es el estilo general de la casa?
Si el salón va a estar completamente amueblado, puedes considerar algunos colores neutros y construir el mobiliario en torno a ellos con total libertad o, por el contrario, elegir tonos vivos y brillantes para que el sofá sea la pieza central del salón.
Cuando, por el contrario, el sofá se incluye en un contexto ya amueblado, se puede tener en cuenta el color del suelo, de las paredes y de los demás complementos; por ejemplo, un salón con parqué y muebles de madera combina perfectamente con un sofá clásico en beige, crema o blanco.
Sofás claros u oscuros: un eterno reto
La psicología del color tiene un gran impacto en la atmósfera general del salón y de toda la casa. Una vez respondidas nuestras tres preguntas preparatorias, lo último que queda por preguntar es: «¿Cómo quiero sentirme en este espacio?».
Elegir un tono que refleje el estado de ánimo adecuado es un paso crucial para vivir en el mejor ambiente posible y crear un equilibrio en el que se pueda vivir en completa armonía.
Colores naturales y neutros
Los colores neutros, como el blanco, el gris, el crema y los diferentes tonos de beige, son siempre actuales y encajan armoniosamente en cualquier hogar, identificando un estilo preciso que da sensación de calma y relajación.
Para un espacio amplio, un buen ejemplo es Dakota, un sofá con una forma ligera y refinada, perfecto para salones amplios y armoniosos, que representa una opción de futuro y siempre a la moda. Si, por el contrario, el ambiente es más íntimo y sobrio, el sillón Kodi es una opción válida para dar personalidad a la habitación.
Colores cálidos y vibrantes
Para crear un ambiente acogedor, los tonos más adecuados se sitúan en el espectro que va del rojo al ocre, sin excluir los matices arenosos. Sunset, por ejemplo, es ideal para crear grandes islas de relajación con una fuerte personalidad, sin olvidar el toque de clase de los accesorios coloridos. Antares, en cambio, se presta más a contextos íntimos que necesitan dinamismo.