Interiorismo con arcos
Aunque, en un principio, los arcos eran entendidos como la única solución constructiva que permitía abrir grandes huecos en muros de mampostería o de ladrillo y los solemos asociar a estilos arquitectónicos más clásicos, la última tendencia es la mezcla de estilos. Combinar lo moderno con lo clásico, las formas, las estructuras, los colores, etc. Por eso introducir los arcos en un espacio modernista puede ser lo que eleve la decoración a su máximo exponente. Porque hoy en día lo ecléctico es lo que marca la diferencia y será lo que haga que tu hogar tenga un estilo propio.
Funcionalmente hablando, contar con arcos en un espacio nos puede ayudar a lograr una mejor distribución de la estancia. Además, nos va a ayudar a potenciar su estética. Pero, ¿cómo hacerlo para que quede bien integrado? Vamos a ver algunos puntos clave:
Mobiliario y decoración
No nos llevemos las manos a la cabeza si ya tenemos casa o piso y no contamos con arcos. ¡Se puede jugar con la decoración, e incluso con los muebles! Cuidando la estética y haciendo que los detalles vayan acorde al estilo global del espacio, se pueden utilizar los arcos como decoración o, por ejemplo, en la forma de un espejo.
En puertas
Si, una de las primeras opciones que nos vienen a la mente cuando hablamos de arcos en interiorismo es aprovechar las puertas y conseguir así más profundidad. Se pueden realizar utilizando, por ejemplo, materiales como la madera, que se adapta a cualquier marco o, por ejemplo, el cristal. Una puerta de cristal arqueada nos dará la profundidad y luminosidad que necesitamos.
Separar estancias
Otra opción para poder incorporar los arcos a nuestra decoración es aprovechar dos espacios conectados, sin puerta. Por ejemplo, si tenemos el salón y el comedor conectados, se puede colocar un arco que de la sensación de separación entre las dos estancias.
¡Pinta la pared!
Si no consigues introducir en tu casa el arco de forma física, ¿Qué te parece si lo pintas? El efecto óptico es el mismo y, sin duda, es la mejor opción si quieres ahorrarte una reforma. Puedes hacerlo en prácticamente todos los espacios, pero recuerda que tiene que seguir el estilo y el patrón decorativo del entorno.
Aunque en un principio no podía parecerlo, elementos como los arcos, que nos los imaginamos como algo «clásico» pueden combinar perfectamente con un espacio moderno. Y sus posibilidades son infinitas. ¡Y eso que no es nada nuevo! Llevan miles de años entre nuestras opciones de construcción, pero es tan sencillo como dar una vuelta a los cásicos. ¿Lo bueno? Nunca pasará de moda y, si lo utilizamos en elementos decorativos más pequeños y que nos permitan un cambio fácil, siempre podemos darle otro uso.